viernes, 8 de junio de 2012

Satanismo y Nueva Era 1

Para tocar este tema citamos fuentes al final de la presente publicación misma que se presenta en dos entradas por motivos de la extensión.

ADVERTENCIA: Este texto describe escenas de carácter sexual unidas a lo sacrílego que podrían resultar perturbadoras para algunas personas

Reconocemos que no es un tema agradable, mas sin embargo, es importante conocer al enemigo para poder emprender la lucha, ya que el satanismo es uno de los pilares de la Nueva Era, como la sustncia que anima y rige al ocultismo en su conjunto. No debemos olvidarnos de al mismo tiempo que anunciamos la Buena Nueva de Cristo, denunciar a Satanás y sus acciones con firmeza porque "para eso se manifestó el Hijo de Dios, para deshacer las obras del Diablo" (Jn 1, 3,8).

En una de las noas anteriores, explicábamos quien es el demonio y puntualizábamos algo de su historia, la continuación bastante mas desagradable, es denunciar como opera en el mundo, y que...

«El diablo representa todas las fuerzas que turban, oscurecen y debilitan la conciencia y la hacen retroceder hacia lo indeterminado y lo ambivalente: centro lóbrego, en oposición a Dios, que es centro de luz. Uno de ellos ardiendo en un mundo subterráneo, el otro, brillando en el cielo.»

Es importante puntualizar así mismo, que el reconocer su existencia no significa que se le otorgue un poder por encima de Dios. el Maligno hace uso eficaz de tres grandes estrategias: 1. negar su existencia, 2. provocarnos miedo una vez que se sabe descubierto y 3. engañarnos haciéndonos creer que es más grande y poderoso que Cristo, ¡él ya está vencido y se sabe derrotado por la muerte  y resurrección de N.S. Jesucristo!, ppor lo tanto, como decía San Ignacio de Loyola: "desenmascarar a Satanás es vencerlo". San Agustín: "la muerte de Cristo y Su resurrección han encadenado al demonio. Todo aquel que es mordido por un perro encadenado, no puede culpar a nadie más que a él mismo por haberse acercado a él". y San Juan Crisóstomo: "Vamos  a hablar de los demonios, no porque nos guste, sino para ue esta enseñanza los tranquilice a ustedes. Ellos son nuestros enemigos encarnizados, y el conocer bien sus asuntos, ns proporciona a todos una gran seguridad".

1. Introducción histórica

En la tradición cristiana la palabra «Satanás», utilizada en el Nuevo Testamento, señala al portador del mal. Satanás, calumniador y adversario, el tentador de Jesús. La palabra «demonio», a su vez, deriva del término griego daimónion, que se usaba para indicar los casos de posesión diabólica.


Los casos de adoración al diablo están documentados hasta el Medioevo, en los fenómenos de brujería y en algunos casos de posesión; sin embargo, el satanismo contemporáneo nació en el siglo XVII en Francia en el reinado de Luis XIV y en el siglo XVIII llegó a Italia.

El primer caso de satanismo se verificó en 1611 en la casa de las Ursulinas de Aixen-Provence. Este caso de posesión fue distinto de otros porque, por primera vez, no sólo se involucraba a la persona poseída y al diablo, sino también a un brujo satánico que a través de un ritual, había provocado la posesión de la víctima.

Algunos años después, en 1679, en la corte de Luis XIV, se verificó el caso de Catherine La Voisin, el primer verdadero proceso de satanismo en el sentido contemporáneo del término [21]. Este caso fue muy distinto de los fenómenos de posesión y brujería que se habían verificado en el pasado. La Voisin se dedicaba a la adoración del demonio e ideó la primera «misa negra».

Catherine La Voisin era una mujer que vendía cosméticos y medicinas a las damas de la corte. En 1666 compró una casa en la periferia de París, donde reservó una habitación para la celebración de ritos satánicos.

Los rituales tenían la finalidad de pedir para quien participara en ellos, bienes materiales, así como la procuración del favor del rey o de cualquier otro personaje de la corte. La misa era celebrada por un sacerdote apóstata, que fungía como intermediario entre Satanás y el grupo; algunos colchones colocados uno sobre otro, servían para acostar a una mujer desnuda que hacía de altar; en el sacrificio, al momento del ofertorio, se ofrecían fetos abortados, niños que se degollaban y sacrificaban o bien, una palooma blanca. En lugar del vino se bebía la sangre de las víctimas sacrificadas. Al momento de la eucaristía, el sacerdote introducía una hostia consagrada en las partes íntimas de la mujer que fungía de altar y posteriormente tenía relaciones sexuales con ella, relaciones que concluían en orgía colectiva. Durante la misa se consumía el «eligir» que se bebía del cáliz, formado por el semen masculino y por las secreciones sexuales femeninas, unidas a la sangre menstrual [22]. El elixir se consume también en las misas negras modernas, así como ha llegado hasta nuestros días la inserción de la hostia consagrada en las partes íntimas de la mujer que funge como altar.

En el siglo XVIII el satanismo se difundió también en Italia, particularmente en Toscana y Emilia, con características muy similares, aunque menos cruentas que las parisinas.
En el siglo XIX las capitales del ocultismo eran París, Lyon y Londres.
Más adelante, fué Aleister Crowley quien fundó el sanatnismo contemporáneo en el siglo XX (se considera un precursor ocultista de la Nueva Era). Ideó gran parte del pensamiento mágico contemporáneo inherente a la brujería y al satanismo; creó el más complejo sistema de magia ceremonial existente, basado en el consumo de drogas y en el placer sexual promiscuo. Le gustaba definirse a sí mismo como «la gran bestia 666».
Crowley ha tenido influencia decisiva en el satanismo moderno y muchos de sus rituales so aún utilizados hoy en día por las sectas satánicas. Este individuo escribió un libro titulado «Himno a Lucifer», y el "Libro de la Ley" (dictado mediúmicamente por el demonio). Sin embargo, se piense l oque se piense, no era un satánico, si se entiende este término desde el punto de vista de la «fe», porque las fuerzas ocultas a las que él se refería no las identificaba con el diablo, sino con la culpa.

Crowley no creía en la existencia de una entidad maléfica, el mismo «Himno a Lucifer» es una reivindicación del valor de la muerte, del sufrimiento y del dolor, sin los cuales, la vida sería una «mancha impecable» pero «estéril» y «sin sentido». Él era sustancialmente un ateo que utilizaba la práctica ritual exclusivamente para exaltar la desobediencia del hombre y ayudar a las personas a liberarse de las supersticiones religiosas y de los condicionamientos morales. Según Crowley, no existe otro dios, excepto el hombre. Si bien, como los satánicos, celebraban las misas negras y usaban la sexualidad con fines mágicos, utilizaba las palabras «diablo» y «Satanás» para refrerirse al Sol en el macrocosmos y a la culpa en el microcosmos. Él mismo no se consideraba un satánico, en efecto, en su autobiografía escribió: «Con toda la pretensión de devoción a Lucifer, éstos (los satánicos) eran en el espíritu sinceros cristianos o a lo más, cristianos inferiores, ya que sus métodos eran pueriles…»

Anton Szandor La Vey (1930-1997),  llamado el "papa negro", funda en California la "Church of Satan" y redacta su "Biblia Satánica" en 1969, y sus "Rituales Satánicos en 1972.  Pero cual es la historia de esto?.

 La Vey era un californiano particularmente excéntrico aficionado a coleccionar instrumentos de tortura, libros y fascículos de horror, animales feroces, objetos hallados en estudios de cine de género violento o bien, que habían pertenecido a famosos delincuentes, artículos y libros de magia y ocultismo.

En 1960 empezó a aprovechar esta pasión suya con fines de lucro para poder mantenerse, de esta manera comenzó a organizar conferencias pagadas que impartía en su casa con temas como espectros, vampiros, orates famosos, métodos de tortura, homicidios, canibalismo. Con quienes habitualmente asistían a las conferencias fundó el Círculo Mágico y a las cimples reuniones agregó la práctica de rituales, hasta que el 30 de abril de 1966, La Vey fundó la Iglesia de Satanás y llamó tal año «el Año Uno de Satanás». Entre 1969 y 1972, La Vey publicó sus libros más famosos: «La biblia de Satanás», el «Libro completo de la magia» y «Los rituales satánicos».



«La biblia de Satanás» contiene el credo de la iglesia de La Vey, que puede sintetizarse en las «nueve afirmaciones satánicas», en las «once reglas satánicas» y en los «nueve pecados satánicos».

Las nueve afirmaciones satánicas recitan:




1.Satanás representa la indulgencia en lugar de la abstinencia.
2.Satanás representa la existencia vital en lugar de los vacuos sueños espirituales.
3.Satanás representa la sabiduría insolente en lugar del autoengaño hipócrita.
4.Satanás representa la cortesía hacia quien lo merece en lugar del amor desperdiciado hacia los ingratos.
5.Satanás representa la venganza en lugar del ofreciemiento de la otra mejilla.
6.Satanás representa la responsabilidad ante quien es responsable, en lugar de las preocupaciones delante de los vampiros psíquicos.
7.Satanás representa al hombre como cualquier otro animal –algunas veces mejor, pero más a menudo peor, de los que caminan en cuatro patas- que, a causa de su pretendido desarrollo «divino intelectual y espiritual», se convirtió en el animal más vicioso de todos.
8.Satanás representa todos los así llamados pecados, cuanto éstados traen gratificaciones físicas, emntales y emocionales.
9.Satanás ha sido el mejor amigo que la Iglesia haya tenido jamás porque le ha dado tanta importancia en todos estos años
Las once reglas a las que el satanismo debe obedecer son:




1.No expreses opiniones o consejos si no te los piden.
2.No cuentes tus problemas a los otros a menos que esté seguro de que quieran escucharte.
3.Cuando estés en el recinto de otro, muéstrale respeto, o bien, simplemente no vayas.
4.Si un huésped en tu recinto te aburre, trátalo cruelmente y sin piedad.
5.No hagas propuestas sexuales si no has recibido señales de acoplamiento (así no sufre inútilmente).
6.No tomes algo que no te pertenezca, a menos que sea una carga para alguien, de la que quiera liberarse desesperadamente.
7.Admite (testimonia, confiesa) el poder de la magia (prueba de un universo oculto) si la has utilizado con éxito para realizar tus deseos. Si niegas el poder de la magia después de haberla usado con éxito, entonces perderás lo que has obtenido.
8.Si has recibido una prueba, confiesa tu fe, si no lo haces, pecas y la magia te castiga abandonándote.
9.No te lamentes y no protestes de algo a lo que no tienes necesidad de someterte.
10.Vive la indiferencia.
11.No dañes a los niños y no mates animales, a menos que te ataquen o que debas comértelos. Cuando recorras un territorio libre, no molestes a nadie. Si alguien te molesta, dile que se detenga, si no lo hace, destrúyelo

Los pecados del satanismo son:




1.La estupidez. Es el pecado más grave del satanismo.

2.La presunción. La actitud presuntuosa está considerada al mismo nivel de la estupidez.

3.El solipsismo. Es el individualismo exasperante que lleva a ponerse a sí mismo como parámetro para juzgarlo de todo. El satánico, más bien, debe esforzarse por aplicar la regla del «haz a los otros lo que han hecho contigo».

4.La falta de proyectos. El satánico debe saber siempre lo que quiere y tener siempre bien clara la visión de conjunto de lo que hace en la vida, porque no debe nunca vacilar o dejarse arrastrar por el montón.

5.El olvido de las pasadas ortodoxias. El satánico no debe pensar que lo que él cree sea fruto de un lavado de cerebro, porque se trata solamente de no aceptar los valores por la sociedad.

6.El orgullo contraproducente. La regla a seguir es utilizar los comportamientos y las actitudes que funcionan.

7.La falta de sentido estético. El sentido estético, para los satánicos, se refiere a lo bello universalmente reconocido, que genera equilibrio en todas las cosas

De cuanto se ha expuesto, es posible darse cuenta que La Vey, como Crowley, era un racionalista que no creía en la existencia del demonio. La «biblia de Satanás» no contiene refrencias a la magia o al esoterismo, sino que se hace alusión al egoísmo, al capitalismo, al poder del más fuerte sobre los débiles y a la liberación de las religiones, de los valores y del moralismo

La filosofía defendida por La Vey es de corte fuertemente individualista, en efecto, él consideraba que la vida es un soplo y que se necesita vivir de la manera más intensa y más individualista posible, saboreando todos los placeres y desarrollando todas las potencialidades que la sociedad reprime.


En la denominada Iglesia de Satanás, por lo tanto, se combaten todas las formas de represión y de ingibición. Así como la hipocresía de las religiones organizadas, dado que, según La Vey, e hombre es sobre todo ADN y un conjunto de órganos y no existe un infierno ni un paraíso, sino sólo el presente.

La Iglesia de Satanás practicaba sus rituales al a luz del sol y La Vey publicitaba en la Sección Amarilla de los directorios telefónicos locales, el credo y los servicios ofrecidos por su iglesia, como bautismos, misas, bodas y funerales. Los rituales celebrados tenían como único fin poner en escena un «psicodrama», o sea, una terapia del desacuerdo que liberara a los cristianos y en particular, a los católicos, del adoctrinamiento religioso y de los condicionamientos morales.

La Iglesia de La Vey siempre ha funcionado conforme al respeto de las leyes, prohibiendo el consumo de drogas y los sacrificios humanos y animales

No obstante el ateísmo y el racionalismo de La Vey, sus rituales se prestan a ser utilizados en sentido ocultista para evocar realmente al demonio, es por este motivo que la misa inventada por él es la única misa negra que los satánicos contemporáneos conocen y que siguen al pie de la letra.


La Iglesia de Satanás, después de su fundación se difundió no solamente en Estados Unidos de Norteamérica sino también en europa. Gracias a los contactos con el mundo de Hollywood y al hecho de haber conquistado las primeras páginas de los periódicos por la celebración del matrimonio satánico de un famoso periodista estadounidense, por el bautismo satánico de la hija de La Vey y por el funeral satánico de un marinero adepto, hoy es un culto reconocido por la Marina Militar de Estados Unidos de Norteamérica.

La evolución de la Iglesia de Satanás culmina en 1975, año en que un cisma genera dos corrientes principales: la primera, quen o cree en la existencia del demonio y que permanece así fiel a La Vey, de e´sta, a su vez, se han ido formando otras pequeñas organziaciones; la segundan que ha dado origen al Templo de Set, que se basa en el credo de la existencia de Satanás y que considera como fundador a Michael A. Aquino.

Michael A. Aquino era un oficial de contraespionaje del ejército estadounidense, especializado en la guerra psicológica y en las técnicas de desinformación. Encontró a La Vey en 1969 y empezó a interesarse por el satanismo. A diferencia de La Vey, creía en la existencia del demonio y consideraba que la Iglesia de Satanás practicaba un satanismo vulgar y desacralizado, así el 21 de junio de 1975 decidió invocar al demonio, quien le habría revelado el propio plan para eliminar el cristianismo

Después de esta «revelación», Aquino decidió fundar el Templo de Set, empezó a considerarse la «segunda bestia 666»y además, escribió un texto: The Book of Coming Forth by Night, que contenía la «verdad revelada» por el demonio. El Templo de Set era guiado por una pequeña elite sacerdotal que afirmaba que podía comuncarse con Satanás y que se basaba en una «teología» mucho más articulada que la de la Iglesia de Satanás, expuesta en el libro de Aquino: Magia negra en teoría y en práctica.


Aquino consideraba que el universo objetivo no es la única realidad existente y que el hombre posee una chispa de visa en contradicción con todas las leyes «objetivas». Según Aquino, el gran adversario de Dios, llamado Satanás, cuyo verdadero nombre es Set, es un personaje real, en condición de revelar y transmitir al hombre la capacidad de interrumpir las leyes ordenadas del cosmos, para crear una realidad plasmada a medida del individuo.

Las actividades del Templo de Set se llamaban «magia negra» y «satanismo». Los rituales consistían en la práctica de la «pequeña magia negra», basada en el uso de la psicología para manipular en forma ventajosa el mundo objetivo y en la práctica de la «gran magia negra», que considera la evocación de Set, cuya ayuda permitiría la realización de la propia voluntad.

No obstante que Aquino haya afirmado que no cometió actos desviados y actividades ilegales, al inicio de la década de los ochenta fue el centro de diversas investigaciones bajo la sospecha de que con su mujer, rebautizada como Lilith [25], había llevado a cabo abusos sexuales rituales contra niños de la guardería de la Prisión militar de San Francisco. Sin embargo, gracias a la protección del ejército, aunque si los indicios eran serios, no fueron juzgados suficientes para sostener con éxito la acusación penal.


3. Una definición de satanismo.




Se entiende comúnmente por «satanismo» el culto a Satanás, donde éste puede ser entendido como divinidad maléfica independiente como el adversario del Dios cristiano.



El satànico es quien elige venerar y servir al demonio: de él quisiera experimentar manifestaciones sensibles. Los preceptos del satanismo se basan en la ruptura de los tabúes sociales, a fin de que Satanás satisfaga las peticiones que el Dios bueno no quiere atender. En efecto, cuando el satánico practica un rito, está convencido de que Satanás le dará l oque quiere y, si el fin no viene alcanzado, cree que se equivocó en el rito o que no ha estado lo suficientemente desacralizado.



El satánico espera del diablo poder, sexo, riqueza, capacidad de mandar y dominar a los otros. Desde esta óptica, la religión reconocida socialmente es protadora de infelicidad, mientras que el satanismo, que permite la satisfacción del ego, la carne y la búsqueda de poder, es el camino que permite alcanzar la felicidad.



Huysmans J. K. define al satanismo «un bastardo del catolicismo», porque:



Consiste en una pràctica sacrílega, en una rebelión moral, en una orgía espiritual, en una aberración que no tiene nada de ideal ni de cristiana; se basa en el deleite debido al enfriamiento ante el santo temor, en el gozoprohibido de transferir a Satanás el homenaje y las oraciones debidas a Dios; consiste en la inobservancia de los preceptos católicos que se siguen precisamente al contrario, cometiendo, por ultrajar más gravemente a Cristo, los pecados que Él ha expresamente maldecido: la contaminación del culto y la orgía carnal. [26]



El satanismo, por lo tanto, se presenta como forma de oposición religiosa en las culturas en que prevalece la concepción de un Dios bueno. Esta característica es atribuible al hecho de que el hombre no logra prescindir de categorías contradictorias y complementarias para interpretar la realidad, de la dialéctica entre plenitud de ser y fracaso, Eros y Thanatos, masculino y femenino, positivo y negativo, bien y mal.



El satanismo contemporáneo es un fenómeno de mùltiples facetas y muy complejo que comprende una variedad de creencias, sin embargo, más allá de las diferencias existentes entre los varios tipos de sectas satánicas, es posible descubrir algunos aspectos comunes a los varios movimientos [27]:



1.El yo divinzado: todas las creencias, las prácticas y los rituales del satanismo tienen la función de complacer, satisfacer y celebrar las exigencias del ego, así como recitan los nueve preceptos de la Iglesia de Satanás de Anton La Vey.

2.La unidad del bien y del mal: los satánicos creen que bien y mal son conceptos relativos, determinados por el individuo.

3.El rechazo al cristianismo: el cristianismo representa la religión de las limitaciones, de la abnegación y de la abstinencia. Rechazar al cristianismo, al contrario, permite satisfacer totalmente los propios placeres. Para los satánicos l oque el cristianismo llama «bien» es mal, y que esta inversión de los valores se manifiesta en el hecho de que experimentan placer al cometer auqellos actos que por lo general, se consideran de manera negativa.

4.El poder por medio de la acción: a través de las prácticas rituales, el satánico espera satisfacer sus propias necesidades y alcanzar una serie de objetivos personales que le aseguren un mayor poder en su propia vida.

5.Rituales: los ritos pueden ser llevados a cabo individualmente o en grupo. Generalmente implican la denigración del cristianismo, actividades sexuales promiscuas, abuso de alcohol y de droga, muerte y mutilación de animales y homicidios.

6.Magia: ésta es practicada por los satánicos para modificar las situaciones o los venetos cotidianos a propia convenencia.

7.Encantamientos: son fórmulas mágicas, es decir, palabras particulares que se recitan y se usan junto a los objetos de los rituales. El concepto de fórmula mágica parece que nació del a idea de que hay una conexión entre las palabras y las cosas que les dan significado.

8.Sacrificios: los ritos satánicos consideran cuatro tipos de sacrificios: el sacrificio de sí mismo, el sacrificio de infligirse dolor, el sacrifico de ofrecer partes de animales o seres humanos muertos y, finalmente, el sacrificio de ofrecer partes de animales o seres humanos vivos. Entre éstos, el más común es el sacrificio viviente de sí mismo.

 La persona se ofrece simbólicamente a Satanás a través de actos sexuales, como la masturbación, las prácticas homosexuales, el sexo oral y las relaciones heterosexuales. En consonancia con la doctrina satánica del placer personal, los participantes al sacrificio deben estar de acuerdo en participar en él. El sacrificio de infligirse dolor está casi siempre relacionado al sacrificio de sí mismo, en efecto, el dolor simboliza tanto la vida como la sumisión; consiste en procurarse cortadas con navajas o con cuchillos afilados, por lo general, en la parte superior de los brazos, de los muslos o del trasero, siempre teniendo cuidado, dado que es importante evitar peligrosas pérdidas de sangre porque el rito tiene el fin exclusivo de causar dolor. Algunos satánicos, bajo la influencia de alcohol o de drogas, para ofrecer un signo de pertenencia al grupo, se cortan las articulaciones de lso dedos. En el sacrificio de ofrecer partes de animales o seres humanos muertos, toman los huesos de los animales de cadáveres encontrados en la calle o en lugares inhóspitos; los humanos, a su vez, los recaban excavando las tumbas o robándolos de los osarios. Los animales vivos se sacrifican cuando la «energía vital» del animal moribundo es considerada indispensable para hacer eficaz al máximo el rito mismo. Habitualmente, estos sacrificios se llevan a cabo por satánicos más jóvenes. Afortunadamente, los sacrificios humanos representan un pequeñísimo porcentaje y por lo general, son realizados por sujetos psicópatas bajo el influjo de droga o de alcohol. Pero el hecho de que el homicidio sea raro no significa que las prácticas satánicas sean inofensivas. Al contrario, el fuerte deseo egoísta de poder que es connatural en todas las prácticas satánicas, permite y, a veces, alienta la violencia contra los que se interponen entre el satánico y sus objetivos.

Al finalizar el Primer Congreso Mundil de las Iglesias Satánicas en Nueva York, en 1982, inclusive, los asistentes se comprometieron con esta consigna: "Es hora de sacar a Satanás a las calles". Sus efectos en la juventud actual han sido, desde entonces, devastadores.

De acuerdo con el reconocido demonólogo Corrado Balduci, además del "Rock Satánico", un segundo motivo que ayuda al expansivo satanismo...está dado por la NUEVA ERA o NEW AGE.

Existen más de 164 sectas satánicas registradas en el mundo, con varios nombres extraños. Además de la "Iglesia de Satanás", otras iglesias Satánicas según Germán Villegas son: Los ILLUMINATI, The hermetic Order of the Golden Dwn, La Orden Marista de Reparación, Ordo Templis Orientis (OTO), La Orden Verde, el Movimiento de Adoradores de Lucifer, el Santuario Tántrico de América, el Templo de Set, WICCA, Lobos en Contra de Cristo, Hijos del Fuego, Esclavos de Satán, Los ´ngeles del Infierno y Los Desbautizados entre otras.

El sacerdote francés María Romualdo Lafitte, especialista en este tema, ha asegurado que luego de Haití, México presenta el segundo lugar internacional en la práctica del satanismo, Lafitte declaró en entrevista que la mayoría de los jóvenes que ingresan al satanismo, empiezan con la OUIJA, y son influenciados por el rock, póckemoy y juegos de video como Diablo entre otros, y vienen de familias desintegradas.

Un ambiente en el cual es difícil no incluír la adhesión a estas corrientes, de grupos practicantes de filosofías orientales, a métodos de curación, a creencias panteístas o sincretistas tipo NUEVA ERA o a presuntas formas de previsión como las vinculadas con mitos milenarios o con escritos tan misteriosos como incomprensibles, distribuídos a lo largo de los siglos por oscuros personajes. Temas alrededor de los cuales se han cpnstruído millonarios negocios mediáticos y comerciales.

4. Las corrientes del satanismo.




Las varias formas de satanismo representaban una subcultura que se requiere oponer a la cultura dominante. La cultura de lo demoníaco parece insinuarse en la alta y en la pequeña burguesía y entre los jóvenes portadores de un mayor o menor malestar social, así como entre los desempleados y entre los profesionistas de los cuales nadie sospecharía.



En los últimos años, muchos estudiosos han intentado sistematizar este fenómeno y han sido elaboradas diversas categorizaciones.



Massino Introvigne, basándose en el tipo de cultura y de simbología presentes en varios grupos, distingue cuatro corrientes del satanismo [28]:



1.El satanismo «racionalista».

2.El satanismo «ocultista».3.El satanismo «ácido».4.El «luciferismo».El satanismo «racionalista» se refiere al pensamiento de La Vey, no cree en la existencia del demonio y considera a Satanás la expresión simbólica de la tragresión, de la razón, del anticonformismo y del hedonismo. Por lo tanto, la característica de la corriente racionalista es la de ser una «religión» atea, que se identifica con el culto a la razón. Los grupos racionalistas usan ritos y símbolos del satanismo, porque a través de ellos, consideran que logran liberar al nuevo adepto de su propia herencia religiosa y moral. Por consiguiente, si la teoría del satanismo racionalista es suficientemente clara, no es igualmente claro lo que sucede en la práctica, donde la ideología resulta más vaga porque, en el mismo grupo de satánicos, algunos pueden dirigirse al demonio como símbolo, mientras que otros pueden tener en mente una netidad más o menos real.



El satanismo «ocultista» hace referencia a la doctrina de Michael A. Aquino y a los rituales practicados en el Templo de Set. Esta corriente venera al satanás descrito en la Biblia, por lo tanto, cree que el diablo sea una presencia viva y real. El rito principal es la misa negra que consiste en la inversión del rito católico y donde se proclama el odio hacia el Creador y el amor y la devoción hacia Satanás. Es fácil, para quien esté incluido en esta corriente, caer en el fanatismo.



El satanismo «ácido» es un fenómeno clandestino que a menudo escapa a las investigaciones, porque los grupos se reúnen y se separan con extrema facilidad y no se caracterizan por una estructura organizada. En general, los grupos están compuestos por diez a quince jévenes en un rango de edad que va de los catorce a los veinticinco años. Estos muchachos se encuentran para consumir drogas, leer textos sobre satanismo, escuchar rock satánico y practicar ritos, por cuerto, muy rudimentarios, tomados de libros, Internet o periódicos. Los delitos que cometen van desde casos menos graves de profanación de templos y cementerios o sacrificios de animales, hasta episodios más graves de violencia carnal, tortura, hasta provocar la muerte, homicidio y canibalismo ritual. La veneración del demonio en este caso, podría representar el pretexto para dar libre desahogo a las perversiones personales.



El «luciferismo» es una corriente que venera a Satanás pero sin considerarlo malvado, al contrario. Lo ve como una figura más positiva de cuanto la Biblia permita imaginar.



Esta tendencia es de inspiración filosófica maniquea, por lo tanto, pone en el mismo plano el bien y el mal: ven a Dios como el demiurgo responsable de la imperfección del mundo, mientrasque Satanás es quien encabeza la rebelión contra el Creador.



El sociólogo y criminólogo Francesco Barresi [29] propone una esquematización del fenómeno «satánico» basada en la modalidad «comportamental-motivacional» del satánico, es decir, estudiando al sujeto en el sistema al que pertenece y de acuerdo a las relaciones «infragrupales» presentes en el ambiente de referencia que lo circunda. Las tipologías de satanismo identificadas por Barresi son cinco:



1.El satanismo religioso, tipo de culto satánico en que el adepto es devoto a Satanás y cree en él realmente.

2.El satanismo lúdico, tipo de culto en el que el adepto se acerca más por juego que por convicción de fe.

3.El satanismo sexual, culto al que se dirige el interesado para poner en práctica las propias pulsiones sexuales.

4.El satanismo ácido, satanismo ligado a la cultura de las drogas, quien se acerca a él lo hace para consumir drogas y alcohol.

5.El satanismo esquizofrénico, se da cuando la adhesión al culto por parte del adepto es de tipo psicopatológico. Los satánicos psicópatas inmersos en un mundo delirante y alucinante, viven al interno de la secta un clima «profético» impregnado de elementos pseudo sobrenaturales. Frecuentemente, creen ser otro individuo: esta alteración de la conciencia del «Yo» se identifica con el «síndrome psicopatológico de la separación de la realidad, más o menos acentuada, hasta la pérdida de contacto con ella» [30]. Los satánicos psicópatas viven sus perversiones sin conflictos ni sentido de culpa [31]. A este cuadro clínico podemos asociar los caracteres histriónicos, típicos de quienes tienden a comportarse de manera dramática o teatral. Son personas poco auténticas, exhibicionistas. Inclinadas a gestos y a técnicas de manipulación que recurren a la mentira patológica. Son también mitómanas, afectadas de manías megalómanas idóneas para construir roles ficticios y personas inexistentes [32].

Los secuaces de un culto satánico pueden ser posteriormente divididos en tres categorías:



1.Los satánicos solitarios: individuos que profesan su credo de manera autónoma entre las paredes domésticas, y que pueden ser así definidos como «fuera de organización» porque no se adhieren a ningún grupo satánico. Dentro de esta casuística encontramos una clasificación de segundo «nivel» que se señala a continuación: los «solitarios reales» (individuos realmente solos, que a veces no tienen ni siquiera una familia, que no profesan esternamente su credo), los «delirantes esquizofrénicos» (sujetos psicópatas graves, quienes a causa de su psicopatología se imaginan que se someten realmente a una divinidad infernal), los lúdicos (jóvenes que juegan a ser satánicos, ocupándose en fórmulas mágicas en su propia habitación), los «ególatras» (satánicos que en soledad profesan un credo satánico despreciativo hacia la colectividad, fundado en el aumento del propio potencial físico y sexual), los «profesionales» (satánicos que para mantenerse hacen la labor de magos «profesionales»).

2.Los satánicos intermedios: son quienes sólo momentáneamente forman parte de esta categoría, porque por sus convicciones y estudios están a punto de dar el paso a la asociación satánica. Se trata entonces de una categoría de transición considera al sujeto que pasa del satanismo individual al satanismo social.

3.Los satánicos de grupo: son individuos que profesan su credo compertiéndolo con otras personas. Esta característica suya permite definirlos como satánicos «organizados», dado que frecuentemente desarrollan diversas relaciones sociales, caracterizadas por fuertes vínculos de adhesión. En este grupo existen cinco categorías de segundo «nivel»: los «carismáticos» (personas dotadas de un fuerte carisma, ellos mismos fundan las sectas y se hacen sus líderes); los «amantes del sexo» (están acostumbrados a legitimar sus propias pulsiones y desviaciones sexuales a través de la adhesión a un grupo satánico, porque dentro de él la actividad sexual es más importante que en otros grupos sectarios); los «ególatras» (satánicos que profesan un credo despreciativo hacia la colectividad, fundado en el aumento del propio potencial físico y sexual, y que están inclinados a perversiones sexuales con tendencias sádicas); los «tóxico dependientes» (adheridos al culto satánico para tomar drogas proporcionadas durante la celebración de los rituales); los «lúdicos mixtos (adultos y adolescentes)» (personas que juegan al satanismo, los muchachos lo hacen por ímpetu de la juventud y los adultos por acercarse al mundo del sexo alternativo).

Común denominador de todas las formas de satanismo es la energía sexual en cuanto representa el medio para acercarse a la entidad maléfica

CONTINUACIÓN Y BIBLIOGRAFÍA EN SATANISMO Y NUEVA ERA 2





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